¿Qué es la desobediencia civil?…

“Quebrantar la ley por razones de conciencia sin huir de la pena”. Esta es la definición de Ramón Cotarelo. El catedrático de la ciencias políticas en la UNED explica que “la desobediencia civil consiste en negarse a obedecer una ley pero respetando el sistema jurídico en su conjunto. Es un acto de individualismo sumo por motivos de conciencia y nunca por razones personales”.

La desobediencia civil no tiene nada que ver con la delincuencia, según Cotarelo. “El que se resiste al poder y no huye está haciendo una acción ejemplar”, asegura. “Como hacían los insumisos que iban a la cárcel por no estar de acuerdo con el servicio militar en España”.

Es más, este tipo de resistencia es uno de los puntales de una democracia. “Es un arma que tienen las sociedades democráticas y es un reto que deben asumir todas las comunidades y todos los individuos. El reconocimiento de la supremacía de la ley supone que hay que admitir que una ley puede ser injusta”, apunta el doctor en ciencias políticas y sociología. “Esto no ocurre en los totalitarismos. Al tirano le da igual lo que piense o haga un individuo”.

La desobediencia civil es un “tema de conciencia”, insiste Cotarelo, y por eso “su fuerza reside en la generalización de una conducta”. Empieza desde la individualidad, como hizo Rosa Parks cuando se negó a ceder su asiento en un autobús a una persona de raza blanca. La costurera estadounidense fue encarcelada por alteración del orden público y, en respuesta, surgió la protesta generalizada en los autobuses públicos de Montgomery liderada por Martin Luther King. El movimiento que comenzó con un ‘no‘ individual consiguió que la Corte Suprema de EE UU declarara en 1956 que la segregación racial en el transporte iba en contra de la constitución. “La desobediencia civil es una chispa que hace que se incendie la pradera”, apunta el catedrático.

El concepto de la desobediencia civil es una “reflexión sobre los límites del poder”, explica Cotarelo. “La otra cara del poder es la obediencia. Si nadie se plantea por qué hay que obedecer al que manda y qué justificación tiene el que manda, no habrá desobediencia ni legitimación de su poder”.

Los orígenes…

Es probable que la resistencia de un individuo frente al poder surgiera desde que nació el poder mismo pero pongamos una fecha en la historia reciente. Ramón Cotarelo habla de Sócrates como el primer desobediente civil. El filósofo griego (470-399 aC) fue acusado y condenado a muerte por despreciar a los dioses y corromper la moral de los jóvenes. El ateniense no huyó de la justicia, como le proponían sus amigos. Acató la sentencia y bebió la cicuta que acabó con su vida.

“Aparentemente, Sócrates acepta el poder de la autoridad ateniense y su condena a muerte. Ni siquiera recurre. Renuncia a salvar su vida y asume la pena”, señala el docente. “Damos por supuesto que desobedeció la ley públicamente por razones de conciencia. El proceso de Sócrates es muy ilustrativo. Es un asesinato legal”.

El cristianismo fue el primer movimiento de nuestra era que se enfrentó al poder, de acuerdo con Cotarelo. “Los cristianos eran perseguidos en el Imperio Romano y tenían que justificar por qué no obedecían al emperador. Pero no estaban ni por criticar ni por desobedecer al poder porque, como San Pablo dijo claramente, dios delega en los gobernantes su poder en la tierra. Esta concepción cristiana originaria establecía que había que someterse al poder aunque fuese tiránico porque ya le castigaría dios”.

Tomás de Aquino, en el siglo XIII, planteó la cuestión de qué hacer con un gobierno cuando era tiránico. “Este teólogo habló del tiranicidio aunque después reculó”, comenta Cotarelo. “Con la reforma protestante se plantea el tema del alcance del poder sobre las creencias de una persona. ¿Tiene el poder derecho a imponerte sus creencias?”.

Pero en el siglo XVI llegó el absolutismo político a algunos países de Europa. Los reyes justifican su autoridad y legitimidad por derecho divino. Dios elige a los gobernantes y solo tienen que rendirles cuentas a él. “Esta concepción filosófica es el origen de despotismos, tiranías y barbaries solo superadas por el nazismo”, indica el politólogo.

“Pero ¿qué ocurre cuando los súbditos no quieren adoptar la religión del gobernante? En aquella época no había derecho a la resistencia. Tanto los católicos como los protestantes llegan a la conclusión de que han de resistirse y su deber moral es matar al tirano”, continúa.

Los siglos siguientes (XVII y XVIII) son, según Cotarelo, “defensores de la tolerancia”. “John Locke publica Ensayos sobre el gobierno civil (1660-1662) y dice que el único gobierno legítimo es el consentido por los ciudadanos. Más tarde escribió un Ensayo sobre la tolerancia (1667). Su obra está en la base de las democracias modernas y tiene una influencia decisiva en la Declaración de Independencia de 1776 y en la posterior constitución de 1789 de EEUU”.

Las tensiones con el poder continuaron hasta que la Historia escribió, en el siglo XIX, el capítulo que protagonizó Henry David Thoreau. Después llegaron Mahatma Gandhi, Rosa Parks y Martin Luther King. “A partir de ese momento la resistencia se presenta como algo ennoblecido”, dice Cotarelo. “Pero muchas cosas que han ido consiguiendo los humanos a lo largo de los siglos no se pueden dar por supuestas. Vivir una vida plena requiere un esfuerzo. La voluntad de una sociedad de vivir conforme a la justicia y la libertad es esencial”.

Cotarelo pasa de la historia a la actualidad. Y del mundo occidental se sitúa específicamente en España. “Estamos perdiendo derechos conquistados en el siglo XX que parecían irreversibles”, indica el experto en desobediencia civil. Hoy la mayoría de los ciudadanos tenemos una estrategia clara: sustituir un gobierno inicuo por otro más justo y más actual. Lo que no está definido es la táctica. Podríamos, por ejemplo, hacer una campaña para negarnos a pagar el impuesto sobre la renta del año que viene en protesta por la falta de transparencia del gobierno, por la corrupción y en desacuerdo con las políticas que lleva a cabo. Habría que montar un banco ciudadano y pagar ahí nuestros impuestos. Porque no nos negamos a contribuir con nuestros impuestos. Lo que no queremos es que ese dinero sirva para pagar unas políticas con las que gran parte de la población no está de acuerdo”, propone el sociólogo.

“Hacer esto de forma individual provoca miedo en muchas personas. Pero si creamos un sistema de defensa para protegernos, podemos hacerlo. El acto individual, cuando se generaliza, cambia la historia”.

 

4 comentarios en “¿Qué es la desobediencia civil?…

  1. Ynteresante y comprensible, ayer el FMI nos propone reducir los más que mermados ingresos básicos, reducirlos otro 10% argumentando la falacia de que eso eztimulará el consumo, reducirá el PARO Y SALDREMOS DE LA ORQUESTADA ECONOMASACRE. La Sra. Lagard al frente del Banco Mundial ingresa + de 300.000 euros año hay familias con menos de 4000 euros año o nada.Hasta la fecha no se implican en ningún Plan de Desarrollo Continental.¡ESTO DEMANDA + QUE INSUMISION CIVIL. El Sr. Rockefeller NO CONTESTA A MIS HUELGAS DE HAMBRE, SOLUCIONES CREATIVAS NI CO
    UNICADOS. Añaden sin rubor que hasta 2018 España, inmersa en la vergonzosa operación P.I.G.Spain es desmontada sin piedad.Reitero ¿Quien me acompaña al FMI y sus 15 Familias regentes antes de que la sangre corra?

  2. Ante la actual impuesta ECONOMASACRE sin ninguna misericordia el creciente MOVIMIENTO CIUDADANO GENUINO GLOBAL ha propuesto los CAMBIOS DE PATRONES MUNDIALES.Al desoirse el malestar de la MASA CRITICA CRECE EN MANIFESTACIONES Y AUN NO HEMOS VISTO LO MAS GRAVE; todos los logros del viejo IMPERIO están en peligro y en desconexión con LA JUSTICIA Y VOLUNTAD DIVINA. En situación similar y por mezquina arrogancia caYó el caduco IMPERIO ROMANO.No basta con tener dinero poder y armas hay que tener razón. Quienes sobrepasan las líneas rojas de los pisoteados derechos humanos terminan pagándolo cob TODOlo creían tener…

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